
Enfado
STOP, respiro, me calmo
3º & 4º primaria
En Ciclo Medio algunos alumnos van a seguir necesitando practicar esta técnica, pues la gestión del enfado es difícil y requiere tiempo llegar a gestionarla adecuadamente en todas las situaciones que provoquen esta emoción.
Así pues, como ya se ha explicado, centrar nuestra atención en la respiración y no en lo que nos tiene enfadados es una técnica de relajación muy exitosa. Esta manera de relajarse es utilizada en muchas disciplinas como la relajación, el yoga, el mindfulness, etc.
Delante de un estímulo que provoque la emoción del enfado, nuestro cerebro, de manera inconsciente, activa toda una serie de cambios en nuestro cuerpo para prepararnos para defendernos delante del ataque. Entre estos cambios está el aumento de la frecuencia cardíaca y consecuentemente el de la respiración. Controlar nuestro ritmo respiratorio y llevarlo a un estado pausado envía al cerebro el mensaje que no estamos siendo atacados y por lo tanto ayuda a calmarnos.
Para practicar el control respiratorio, tenemos que empezar con la práctica de centrar nuestra atención en nuestra respiración, en ser conscientes de cómo respiramos.
Pediremos a los alumnos que se levanten y se dispersen por el aula de manera que no se toquen unos con los otros.
A continuación, les pediremos que cierren los ojos y que desvíen la atención hacia la nariz, fijándonos en las veces que inspiran y expiran. Cuando fijamos bien la atención, nuestro cerebro no desvía ésta a otro tipo de pensamiento, lo cual resulta muy útil cuando pretendemos apaciguar nuestra mente del enfado.
La actividad está prevista que dure unos 10-15 minutos.
OBJETIVOS
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Proporcionar estrategias para gestionar el enfado.
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Relajarse.
Situaciones conflictivas
3º & 4º primaria
A partir de los 8-9 años es interesante empezar a iniciarse en la gestión de nuestras respuestas delante el enfado.
Para empezar, se propone que sean los propios alumnos quienes den sus ideas para resolver las situaciones conflictivas. Para eso podemos reproducir algunos conflictos a modo teatral y preguntar a los alumnos/as cómo actuarían ellos/as si estuvieran en esa situación, cómo resolverían el conflicto.
La anticipación ayuda a nuestro cerebro a pensar soluciones de manera más calmada, pues al no estar aún en ese escenario no sufrimos la impulsividad del enfado. Practicar en circunstancias hipotéticas (imaginadas) provoca cambios en nuestro cerebro como los del aprendizaje en situaciones reales, aprendemos igual.
Es por esto que ejemplificar mediante la representación los diferentes conflictos que el grupo se pueda encontrar, es una buena técnica para ir aprendiendo la manera de gestionarlos cuando se generen en el día a día.
Además podemos aprovechar para hablar del porqué creen los alumnos/as que se generan esos conflictos y cómo creen ellos/as que se pueden evitar.
OBJETIVOS
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Proporcionar estrategias para gestionar el enfado.
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Reflexionar sobre las cosas que nos hacen enfadar.