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Tipos de emociones
Eric R. Kandel, en su libro La nueva biología de la mente, explica que las emociones se pueden clasificar usando dos ejes de coordenadas: valencia e intensidad. La valencia hace referencia a lo bien o mal que nos sentimos con esa emoción. Y la intensidad es la fuerza con la que experimentamos dicha emoción, el grado de excitación que provoca.
Esta manera de clasificar las emociones fue anteriormente propuesta por James A. Russell en su modelo circunflejo.
Modelo circunflejo de Russell. En el eje horizontal está la valencia y en el vertical la intensidad. (Posner, Russell, & Peterson, 2005)
Hay que tener presente que nuestro cerebro está programado para ir en busca de emociones agradables y evitar las dolorosas; es el llamado sistema de acercamiento-evitación.
La comunidad científica parece estar de acuerdo en que existen unas emociones universales, con las nacemos y que están presentes en todos los seres humanos, independientemente de la cultura a la que pertenezcan. Esto es porque su manera de manifestarse, las expresiones faciales, son reconocibles por cualquier humano. Tal y como expresa António Damásio «la universalidad de las expresiones emocionales pone de manifiesto en qué grado el programa de acción emocional no se aprende, sino que está automatizado.» Las emociones se producen de manera inconsciente, automática, innata; sin aprender, nacemos programados para poder sentirlas.
Estas emociones básicas son el miedo, la alegría, la tristeza, la ira, la sorpresa y el asco.
La alegría y la sorpresa se manifiestan ya en los primeros momentos después de nacer. En cambio, el resto van apareciendo a lo largo de los dos primeros años de vida.
Las emociones universales son la base de emociones más complejas, las cuales Rafael Bisquerra enumera y clasifica de manera fantástica en su libro Universo de emociones.
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